y cuatro chatos
Loca Historia Interminable
- Autor de hilo Doña Croqueta
- Fecha de inicio
- Estado
LordLakota
Well-Known Member
hacer con vosotros -
Había una vez un reino lejano donde abundaban las brujas y brujos. En él, vivía, una niña del tamaño de un pequeño botijo. Ella siempre decía: "Cuando sea mayor seré como Janayra, la vecina rubia, aventurera y guerrera de carácter indómito y mala leche".
Fue a verla para decirle que quería luchar y ser más temida que la bruja Croquet. Visitó un pueblo de magos blancos manchegos y descubrió que podían ayudarla.
Buscaba unos calcetines que eran mágicos y azules claro como el cielo sin nubes. Pero sólo podían llevarlos ciertas criaturas atemporales. Esto perturbó a la pequeña niña, y decidió ir a quejarse al gremio del alcalde Kike6969.
El alcalde dijo: "Los magos manchegos sólo darán los preciados calcetines azules a quien pueda cantarle una saeta vestido de bufón". Entonces, ella se arremangó y subió hasta la colina cercana cantando bien alto, pero muy desafinada, a la Virgen manchega del lugar.
De lejos vio una luz brillante como el pompis. Aquello era raro muy, muy raro. Pero raro, raro, raro... ¡rarísimo, vamos! Una voz llegó desde la lejanía:
- ¡¿¿¡¡¿Quien ha osado?!!??! ¿¡¿Quién mancilla mi sagrada morada celestial?!? ¿Una simple mortal? ¿¡¿Qué deseáis mortal?!?
- Ser una inmortal.
- Ja, ja, ja. Ahora en serio, ¿a qué vienes?
- ¡A conquistar el mundo! - dijo otra voz.
- Esto se pone interesante... ¿¡¿otro mortal?!? - exclamó dándose cabezazos - ¡¡Otro mortal nooooo!! - dijo martillándose un dedo.
- Yo llegué primero - dijo la niña.
- Traedme unas croquetas de jamón ibérico caseras recién hechas y cuatro chatos mientras decido qué hacer con vosotros -
Fue a verla para decirle que quería luchar y ser más temida que la bruja Croquet. Visitó un pueblo de magos blancos manchegos y descubrió que podían ayudarla.
Buscaba unos calcetines que eran mágicos y azules claro como el cielo sin nubes. Pero sólo podían llevarlos ciertas criaturas atemporales. Esto perturbó a la pequeña niña, y decidió ir a quejarse al gremio del alcalde Kike6969.
El alcalde dijo: "Los magos manchegos sólo darán los preciados calcetines azules a quien pueda cantarle una saeta vestido de bufón". Entonces, ella se arremangó y subió hasta la colina cercana cantando bien alto, pero muy desafinada, a la Virgen manchega del lugar.
De lejos vio una luz brillante como el pompis. Aquello era raro muy, muy raro. Pero raro, raro, raro... ¡rarísimo, vamos! Una voz llegó desde la lejanía:
- ¡¿¿¡¡¿Quien ha osado?!!??! ¿¡¿Quién mancilla mi sagrada morada celestial?!? ¿Una simple mortal? ¿¡¿Qué deseáis mortal?!?
- Ser una inmortal.
- Ja, ja, ja. Ahora en serio, ¿a qué vienes?
- ¡A conquistar el mundo! - dijo otra voz.
- Esto se pone interesante... ¿¡¿otro mortal?!? - exclamó dándose cabezazos - ¡¡Otro mortal nooooo!! - dijo martillándose un dedo.
- Yo llegué primero - dijo la niña.
- Traedme unas croquetas de jamón ibérico caseras recién hechas y cuatro chatos mientras decido qué hacer con vosotros -
gritó aquella voz
LordLakota
Well-Known Member
. Sonó un acero
Había una vez un reino lejano donde abundaban las brujas y brujos. En él, vivía, una niña del tamaño de un pequeño botijo. Ella siempre decía: "Cuando sea mayor seré como Janayra, la vecina rubia, aventurera y guerrera de carácter indómito y mala leche".
Fue a verla para decirle que quería luchar y ser más temida que la bruja Croquet. Visitó un pueblo de magos blancos manchegos y descubrió que podían ayudarla.
Buscaba unos calcetines que eran mágicos y azules claro como el cielo sin nubes. Pero sólo podían llevarlos ciertas criaturas atemporales. Esto perturbó a la pequeña niña, y decidió ir a quejarse al gremio del alcalde Kike6969.
El alcalde dijo: "Los magos manchegos sólo darán los preciados calcetines azules a quien pueda cantarle una saeta vestido de bufón". Entonces, ella se arremangó y subió hasta la colina cercana cantando bien alto, pero muy desafinada, a la Virgen manchega del lugar.
De lejos vio una luz brillante como el pompis. Aquello era raro muy, muy raro. Pero raro, raro, raro... ¡rarísimo, vamos! Una voz llegó desde la lejanía:
- ¡¿¿¡¡¿Quien ha osado?!!??! ¿¡¿Quién mancilla mi sagrada morada celestial?!? ¿Una simple mortal? ¿¡¿Qué deseáis mortal?!?
- Ser una inmortal.
- Ja, ja, ja. Ahora en serio, ¿a qué vienes?
- ¡A conquistar el mundo! - dijo otra voz.
- Esto se pone interesante... ¿¡¿otro mortal?!? - exclamó dándose cabezazos - ¡¡Otro mortal nooooo!! - dijo martillándose un dedo.
- Yo llegué primero - dijo la niña.
- Traedme unas croquetas de jamón ibérico caseras recién hechas y cuatro chatos mientras decido qué hacer con vosotros...
- ¡¡¡VIDA O MUERTE!!! - gritó aquella voz. Sonó un acero . . .
Fue a verla para decirle que quería luchar y ser más temida que la bruja Croquet. Visitó un pueblo de magos blancos manchegos y descubrió que podían ayudarla.
Buscaba unos calcetines que eran mágicos y azules claro como el cielo sin nubes. Pero sólo podían llevarlos ciertas criaturas atemporales. Esto perturbó a la pequeña niña, y decidió ir a quejarse al gremio del alcalde Kike6969.
El alcalde dijo: "Los magos manchegos sólo darán los preciados calcetines azules a quien pueda cantarle una saeta vestido de bufón". Entonces, ella se arremangó y subió hasta la colina cercana cantando bien alto, pero muy desafinada, a la Virgen manchega del lugar.
De lejos vio una luz brillante como el pompis. Aquello era raro muy, muy raro. Pero raro, raro, raro... ¡rarísimo, vamos! Una voz llegó desde la lejanía:
- ¡¿¿¡¡¿Quien ha osado?!!??! ¿¡¿Quién mancilla mi sagrada morada celestial?!? ¿Una simple mortal? ¿¡¿Qué deseáis mortal?!?
- Ser una inmortal.
- Ja, ja, ja. Ahora en serio, ¿a qué vienes?
- ¡A conquistar el mundo! - dijo otra voz.
- Esto se pone interesante... ¿¡¿otro mortal?!? - exclamó dándose cabezazos - ¡¡Otro mortal nooooo!! - dijo martillándose un dedo.
- Yo llegué primero - dijo la niña.
- Traedme unas croquetas de jamón ibérico caseras recién hechas y cuatro chatos mientras decido qué hacer con vosotros...
- ¡¡¡VIDA O MUERTE!!! - gritó aquella voz. Sonó un acero . . .
y pasó volando
un tenedor toledano
- Estado