Las misiones recurrentes han desvirtuado el juego completamente. Puedes estar haciendo la misión que te apetezca en todo momento y, una vez hecha, el juego te permite cancelar las siguientes hasta que vuelva a aparecer de nuevo la que te interesa. Ésto influye en muchos aspectos del juego, y a uno de los que más afecta es al ranking de puntos de los jugadores. Ya no es necesario ni pertenecer a un gremio, ni luchar en GVG, ni hacer ninguna otra cosa aparte de estas misiones recurrentes para hacer más puntos que cualquier otro jugador.
Probad y veréis. Tenéis que hacer una de las misiones que pide derrotar a un ejército. Una vez hecha la batalla y aunque la misión no esté completa (porque tiene una segunda parte) la canceláis hasta que os vuelva a aparecer de nuevo. Y así sucesivamente. No completáis la misión ni os da premio, pero sí que os computan las batallas y sus puntos correspondientes que son añadidos al ranking.
Debe ser pesado hacerlo, pero como de todo hay en la viña del Señor, hay jugadores que no sé deciros a costa de cuántas horas, pero han llegado a hacer más de 3.000 batallas en un solo día, que a la hora del ranking representan más 8.000.000 de puntos en ese único día. Hay jugadores que en un solo mes han logrado más de 200M de puntos en el ranking.
Y eso que en el FOE se esforzaron en su día por impedir el sistema de utilizar campeones en sectores de GVG para lograr puntos. Esto es mucho más cómodo y sin coste para el jugador, porque antes al menos el jugador tenía que rellenarse de campeones el sector correspondiente con el consiguiente gasto de tropas, pero ahora es el mismo FOE el que te proporciona las tropas a las que debes vencer para conseguir puntos y más puntos.
EDITO para añadir que si a la vez que hacéis estas misiones de derrotar un ejército tenéis seleccionada en las otras dos misiones recurrentes las de Derrotar a 40 unidades y la de Vencer en 12 batallas, de esa forma las vais completando y ahí sí que recogéis los premios correspondientes. Es un círculo vicioso de recoger premios y hacer puntos aunque, eso sí, a costa de muchas horas delante de la pantalla.