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DeletedUser26355

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba....una persona conocida que le guiaría...entonces sintió un fuerte dolor en...
 

DeletedUser25011

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El mensaje anterior del compañero Kike6969, no sigue la historia del compañero anterior.
Lo pondré correctamente.


Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba una persona conocida que le guiaría, entonces sintió un fuerte dolor en......el pecho que....
 
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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba una persona conocida que le guiaría, entonces sintió un fuerte dolor en el pecho que parecía venir de...
 

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba una persona conocida que le guiaría, entonces sintió un fuerte dolor en el pecho que parecía venir de...lo más profundo...
 

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba una persona conocida que le guiaría, entonces sintió un fuerte dolor en el pecho que parecía venir de lo más profundo de su corazón...
 

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba una persona conocida que le guiaría, entonces sintió un fuerte dolor en el pecho que parecía venir de lo más profundo de su corazón.
....Esa persona hermosa....
 

ROTM

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba una persona conocida que le guiaría, entonces sintió un fuerte dolor en el pecho que parecía venir de lo más profundo de su corazón.
Esa persona hermosa....con profunda mirada....
 

DeletedUser32291

Guest
Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba una persona conocida que le guiaría, entonces sintió un fuerte dolor en el pecho que parecía venir de lo más profundo de su corazón.
Esa persona hermosa con profunda mirada... le tenía cautivado...
 

kike6969

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba una persona conocida que le guiaría, entonces sintió un fuerte dolor en el pecho que parecía venir de lo más profundo de su corazón.
Esa persona hermosa con profunda mirada, le tenía cautivado. Ella se acerco
 

ROTM

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba una persona conocida que le guiaría, entonces sintió un fuerte dolor en el pecho que parecía venir de lo más profundo de su corazón.
Esa persona hermosa con profunda mirada, le tenía cautivado. Ella se acerco... mirándole con ternura...
 

kike6969

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba una persona conocida que le guiaría, entonces sintió un fuerte dolor en el pecho que parecía venir de lo más profundo de su corazón.
Esa persona hermosa con profunda mirada, le tenía cautivado. Ella se acerco, mirándole con ternura. ¿Sientes ese amor?
 

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    Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
    Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
    Tocó la puerta, pero nadie abrió.
    Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
    — ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
    Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
    — ¿Qué buscas aquí?
    Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
    — Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
    — Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
    Ella le miró.
    — Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
    Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
    Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
    De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba una persona conocida que le guiaría, entonces sintió un fuerte dolor en el pecho que parecía venir de lo más profundo de su corazón.
    Esa persona hermosa con profunda mirada, le tenía cautivado. Ella se acerco, mirándole con ternura. ¿Sientes ese amor?
    su expresion era
 

kike6969

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba una persona conocida que le guiaría, entonces sintió un fuerte dolor en el pecho que parecía venir de lo más profundo de su corazón.
Esa persona hermosa con profunda mirada, le tenía cautivado. Ella se acerco, mirándole con ternura. ¿Sientes ese amor?
su expresion era... lo mas bello
 
Estado
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