Continua la historia con 3 palabras

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ROTM

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la.., idea de que...
 

DeletedUser32291

Guest
Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que... si la controlaba...
 

DeletedUser25011

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba ... sería el mejor ...
 

kike6969

Well-Known Member
Nuevo ( Ya pensaba que no seguia esta historia)
Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la... vision que contemplaba
 

ROTM

Well-Known Member
Perdón kike6969, me parece que te has comido o has cambiado cosas que ya estaban publicadas. Has de continuar donde lo dejó, en este caso felisep14. Míralo despacio, edita y pon tus 3 palabras.
Y mil perdones a los moderadores por meterme en su terreno
 

kike6969

Well-Known Member
Gracias no me habia fijado, hacia tanto tiempo que nadie escribia que me lie.

Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor ... guerrero del lugar
 

DeletedUser25011

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
...Ahora sería capaz...
 

ROTM

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz...por fin de....
 

DeletedUser32291

Guest
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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz...por fin de encontrar el mapa...
 

DeletedUser25011

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa ... perdido en una isla.......
 

kike6969

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla.......¿como puedo llegar....
 

DeletedUser32291

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla.......¿como puedo llegar allí? se preguntó...
 

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
...De pronto vio @editado por excederse de palabras
 

ROTM

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El título de este juego es " Continúa la historia con 3 palabras", no con 6....:rolleyes::rolleyes::rolleyes:
 

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
...De pronto vio una barca que...

(tomo solo las primeras tres palabras de lo que escribió)
 

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que...llegó a puerto...

Pido disculpas por el error cometido en el mensaje de ayer a las 18:24 H.
 
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Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto... donde se encontraba....
 

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Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba....una persona conocida
 

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Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba....una persona conocida que le guiaría...
 

DeletedUser32458

Guest
entonces sintió un

perdón lo pongo bien. Soy nueva. Jajajaja

Había una vez un guerrero implacable, cuya única obsesión era llegar a una tierra lejana, donde encontraría un mapa que le podría guiar hacia una inimaginable sorpresa: la legendaria localización de una civilización, otrora la más ignota hasta hoy de cuantas han existido de momento.
Ni corto ni perezoso, fue a visitar al maestro Chen Lee, que era el mejor guía de toda aquella extensa región del Monte Sagrado.
Tocó la puerta, pero nadie abrió.
Entonces decidió entrar y, ¡Oh maravilla! ...una luz brillaba.
— ¿Qué ven mis ojos? Esto es el Pergamino Sagrado que creía perdido.
Se acercó lentamente y lo abrió, cuando de repente escuchó una dulce voz que susurraba:
— ¿Qué buscas aquí?
Asustado, se volvió, y se encontró unos ojos violeta que le observaban. Retrocedió rápidamente, porque se sintió asustado; un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una bella mujer, portando una daga, se acercaba sigilosa. Se detuvo enfrente y, mirándole fijamente...
— Esta daga es – le dijo ella – la sagrada Sötdöd, cuyo infinito poder recae sobre mí; la necesitas si acaso piensas que tú eres aquel sobre quien habla la leyenda. ¿Ese eres tú?
— Puede que sí, aunque tengo dudas sobre lo que tengo que hacer.
Ella le miró.
— Toma la daga. Dime, ¿qué sientes?
Abrió los ojos desmesuradamente. Al sentir su mirada sobre aquella daga cegadora, sintió que algo se despertaba dentro, algo tan intenso que su cabeza no paraba de bullir con la idea de que si la controlaba sería el mejor guerrero del lugar.
Ahora sería capaz por fin de encontrar el mapa perdido en una isla ¿como puedo llegar allí? se preguntó.
De pronto vio una barca que llegó a puerto ,donde se encontraba....una persona conocida que le guiaría...entonces sintió un

@editado no viene a cuento del relato
 
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