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Erase una vez España soleada. Campos florales devoraban moscas aventureras mientras a menudo morían mosquitos; afortunadamente soplaba viento suave desde poniente, el sol alumbraba senderos y se extendió majestuoso hacia la cocina llena de esculturas y deliciosas croquetas de jamón. Era Mayo y...
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Erase una vez España soleada. Campos florales devoraban moscas aventureras mientras a menudo morían mosquitos; afortunadamente soplaba viento suave desde poniente, el sol alumbraba senderos y se extendió majestuoso hacia la cocina llena de esculturas y deliciosas croquetas de jamón